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La Orinoquia es una de las principales regiones de Colombia, reconocida por su vasto territorio y riqueza natural. Esta región abarca una parte significativa del país y forma parte de la cuenca del río Orinoco, uno de los sistemas fluviales más importantes de América del Sur (30.4% del territorio nacional con una extensión
de 343,584 km²). Con sus diversos ecosistemas, como sabanas, bosques de galería, morichales y humedales, la Orinoquia es crucial tanto para la biodiversidad nacional como para el desarrollo económico del país, ya que alberga importantes actividades agrícolas, ganaderas y energéticas.
El agua de la cuenca se reúne en el gran río Orinoco, con un caudal impresionante de casi 36 mil metros cúbicos por segundo.
Esta vasta región abarca los departamentos de Arauca, Casanare, Vichada y Meta, y parcialmente a Boyacá, Cundinamarca, Santander, Norte de Santander, Guaviare, Guainía, Vaupés, Huila y Caquetá. La Orinoquia se caracteriza por una enorme diversidad de ecosistemas, que incluyen ríos, lagunas, morichales y esteros.
Esta región, conocida como la cuenca del Orinoco, ocupa casi una cuarta parte de América del Sur y está conformada por unos 750 ríos, miles de arroyos y quebradas. Aproximadamente 90 ríos son afluentes directos por el margen izquierdo, provenientes de Los Andes y la llanura, mientras que otros 95 se originan en el Escudo Guayanés, en Venezuela.
La Orinoquia se encuentra en la zona ecuatorial del planeta, en el norte de América del sur, entre 60 y 75 grados de longitud y entre los 2 a 10 grados de latitud norte.
La Orinoquia incluye páramos y picos nevados de más de 5.000 m s. n. m., como en el nevado del Cocuy, hasta extensas llanuras a 50 m s. n. m.
La Orinoquia es reconocida como un área estratégica para la humanidad gracias a su biodiversidad, es decir, la variedad de ecosistemas naturales y transformado
La posición de la Orinoquia hace quelos rayos solares lleguen de manera perpendicular: 12 horas de sol al día todos los días del año.
La cuenca del Orinoco es una de las regiones con mayor biodiversidad del planeta
Su gran extensión y variedad de ecosistemas hacen que sea un área clave para la conservación y el manejo sostenible de la biodiversidad. Alberga cerca de 15,400 especies de plantas, de las cuales el 35% son endémicas de la región; más de 5,000 especies de animales, entre ellos 650 especies de peces, y altas densidades de mamíferos como la danta y el jaguar (The Nature Conservancy, 2019). Además, contiene el 49% de los humedales y el 32.4 % de las reservas de agua dulce del territorio nacional (CONPES 3797, 2017; IDEAM, 2019).
Diversidad de ecosistemas en la cuenca
La cuenca del Orinoco cubre una amplia gama de hábitats, desde las zonas montañosas del piedemonte andino, pasando por sabanas inundables, bosques tropicales, hasta los humedales y las llanuras fluviales. Esta diversidad de ecosistemas sostiene una amplia cantidad de especies que están adaptadas para cada hábitat.
Piedemonte andino (Alto Meta y Guaviare)
Estas áreas son transicionales entre los Andes y las llanuras. Se caracterizan por una alta humedad y biodiversidad, especialmente de especies de anfibios, reptiles y peces. Además, albergan importantes especies de mamíferos como los felinos y primates. Son vitales para la conectividad biológica entre la cuenca amazónica y las tierras altas de los Andes..
Sabanas inundables (Humedales de Casanare y Arauca)
Estas zonas son importantes para la regulación hídrica, ya que durante la temporada de lluvias se inundan y proporcionan refugio y alimento para una gran diversidad de aves acuáticas y mamíferos. Estos ecosistemas funcionan como amortiguadores hidrológicos y son esenciales para la migración de muchas especies de peces, que se reproducen en estas aguas durante las inundaciones.
Bosques de galería y corredores fluviales (Corredor Bita-Meta-Orinoco)
Los ríos y sus bosques actúan como corredores ecológicos para la dispersión de semillas, la migración de especies y el intercambio genético. Estos corredores son fundamentales para mantener la conectividad entre diferentes poblaciones de fauna, lo que contribuye a su viabilidad a largo plazo